sábado, 20 de abril de 2013

“México es como el picante en la lengua, el tequila en la garganta y el sol en los ojos”: Yoani Sánchez

Redacción.-

Con la autorización de la célebre bloggera cubana Yoani Sánchez publicamos en Opinión al Punto las impresiones de su recorrido por México que llevó a cabo como parte de una gira mundial.
 
Yoani afirma que México “es como el picante en la lengua, el tequila en la garganta y el sol en los ojos”, además de reconocer que nuestro país no admite “medias tintas” ni “sentimientos tibios”.


Ejemplo inigualable en la manera de aprovechar las nuevas tecnologías de la información, Yoani, a través de su emblemático blog Generación Y, es el velero de la voz crítica que navega entre los acorazados de la censura cubana.   

 
Sus detractores la señalan de ser un instrumento de la CIA, pero basta con leer sus crónicas sobre la vida cotidiana en Cuba para descubrir un talento único:

 
La mirada sensible de quien sin gafas ideológicas, o fórmulas propagandísticas, retrata al poder no desde las alturas del discurso político sino desde el terreno de la sobrevivencia diaria en que se debaten miles de cubanos bajo un régimen que aún sigue la estrecha ruta de la “patria o la muerte”.      

 
Un talento –reconocido por distintos premios internacionales- que ningún sistema político puede pagar o programar desde oficinas sombrías y turbias conspiraciones.

 
He aquí el texto “Picante, Picante”, en que Yoani Sánchez expresa claramente su admiración y cariño por México.

 

México no permite medias tintas, no admite que nos quedemos indemnes. Es como el picante en la lengua, el tequila en la garganta y el sol en los ojos. Cinco días en la tierra de la serpiente emplumada y me ha costado subirme al avión, porque unos deseos intensos me halaban para quedarme explorando una realidad subyugante y compleja.
 

He visto edificios modernos a pocos metros de las ruinas del Templo Mayor; embotellamientos tremendos en las calles, mientras por las aceras algunos caminan con la calma de quien no tiene ninguna prisa por llegar. También he comprobado que la Catrina de calavera sonriente, alterna sin problemas con los tapices de colores vivos en medio del gentío de La Ciudadela. Con su risotada sarcástica, la pamela emplumada y el costillar afuera, me retaba.
 

Alguien me dio a probar una golosina y era intensamente dulce, con azúcar espolvoreada; pero después mordí un tamal y la “patada” del chili en mi paladar me hizo soltar unas lágrimas. México no permite sentimientos tibios, lo amas o lo amas.
 

Así que rodeada de contrastes empecé mi periplo azteca. De Puebla al DF, encontrando amigos y visitando varias redacciones de periódicos, emisoras de radio y –sobre todo- hablando con muchos, muchos colegas periodistas. He querido saber de primera mano las satisfacciones y los riesgos de ejercer la profesión de informador en esta sociedad y he encontrado una gran cantidad de profesionales preocupados, pero trabajando.
 

Gente que se juega la vida –especialmente al norte del país- por reportar, gente que cree al igual que yo en la necesidad de una prensa libre, responsable y apegada a la realidad. He aprendido de ellos. También me he perdido en el entramado de timbiriches y kioscos del centro de la ciudad y he sentido allí el pulso de la vida. Una vida que ya percibía desde el aire antes de aterrizar, cuando en la madrugada del sábado observé el gran hormiguero que es la Ciudad de México –las muchas ciudades que contiene- en plena ebullición, a pesar de ser tan temprano.
 

Por momento tuve la impresión de estar viviendo un fragmento de la novela Los detectives Salvajes de Roberto Bolaño. Pero yo no buscaba -como los protagonistas de ese libro- a una poetisa de culto, extraviada en el olvido. Yo en realidad trataba de mirar y de hallar a mi propio país a través de los ojos de los mexicanos. Y lo encontré. Un Isla reinterpretada y múltiple, pero cercana; que levanta pasiones por doquier y que tampoco deja indemne a nadie.
 

Un amigo me preguntó antes de irme ¿Cómo sientes a México? No lo pensé mucho: picante –le respondí- como el picante que provoca una sacudida en todo el cuerpo y saca las lágrimas de placer y tormento. ¿Y Cuba? –insistió- ¿Cómo la sientes?… Cuba, Cuba es agridulce…

 
http://dominioparayoani.com/

sábado, 13 de abril de 2013

Seguridad de ADO agrede a pasajeros secuestrados


Redacción/OpiniónalPunto.- Siguen los casos de autobuses secuestrados en que los usuarios son robados y agredidos sexualmente, pero esta vez, con la agravante de que la misma línea de transporte actuó con negligencia en contra de los pasajeros.


Tal fue la experiencia de treinta usuarios que viajaban en el camión 8126 de ADO GL en la carretera Punta Xen, de Champotón, Campeche, cuando un grupo de encapuchados -abordo de una camioneta- los interceptaron para ser desviados hacia un lugar distante donde finalmente los asaltaron. Varias de las mujeres sufrieron agresión sexual por parte de los sujetos.


Los agraviados (as) levantaron la denuncia en Champotón y exigieron la reparación de daños a la empresa de transporte con base en las garantías del pasajero estipuladas en el reglamento de la misma compañía.


Personal de Autobuses de Oriente de aquella ciudad dijo a las víctimas que debían trasladarse a Veracruz, origen del traslado, donde serían resarcidos por el robo y la agresión física, pero al llegar al Puerto, Daniel García, gerente de la línea, dijo que sólo podía garantizarles el arribo a su destino final, Campeche.


Ante la protesta de los pasajeros, el gerente se encerró en sus oficinas y personal de seguridad de CESSPA, contratados por ADO, arremetieron en contra de los inconformes. En un video subido a las redes se observa a los elementos de seguridad que someten a una joven para luego retenerla en una de las oficinas de la terminal de Veracruz.

 
Personal de la Marina tuvo que intervenir para que finalmente liberaran a la agraviada. Los afectados desistieron de seguir con su reclamo ante la respuesta hostil de la empresa.

lunes, 8 de abril de 2013

El hilo tenso de Veracruz

Redacción.-

La reciente demanda del PAN en contra de la dupla Duarte-Herrera por la triangulación de recursos públicos a través de asociaciones civiles con el fin de hacerlos llegar a las campañas electorales del PRI en Veracruz ha dado el último tirón que pudiere romper el delgado hilo de la relación entre el gobierno del estado y el Ejecutivo federal.

 
Hace unas semanas el presidente Peña Nieto ya se vio orillado a hacer de tripas corazón en el caso de los videos donde se observa a varios funcionarios del estado planeando la compra del voto.

El escándalo cobró sus víctimas: Salvador Manzur, amigo del gobernador, fue removido de la secretaría de Finanzas, y Ranulfo Márquez, priista de viejo cuño, experto en operación electoral, fue retirado de la representación de la Sedesol en el estado por Rosario Robles.

Pero ni la jefa de Desarrollo Social del país ni Javier Duarte fueron investigados por las autoridades, o, por lo menos, reprendidos por el Ejecutivo federal, aun cuando la difusión de las reuniones ilegales manchó las buenas intenciones del PRI contenidas en el Pacto por México, cuyos remiendos posteriores beneficiaron a la oposición. (Recuérdese también el “aguanta Rosario” de Peña Nieto en clara señal de respaldo).

Esta vez, la denuncia del PAN incluye al exgobernador Fidel Herrera, acusado de orquestar una red de financiamiento para el fondeo ilegal de las campañas. En Veracruz, el tricolor nunca ha perdido una gubernatura en más de 70 años, gracias -en buena medida- a esa estructura de compra de votos largamente arraigada y a los altísimos niveles de corrupción.    

Aparte de la improbable acción legal en contra de Duarte y Herrera, el escándalo tiene ya serios efectos en la estrategia del PRI.

La operación electoral se realiza con el mayor sigilo y las peores mañas debido a la beligerancia de la oposición y al juicio de la opinión pública local y nacional, a la vez que se implementa con la mayor celeridad posible, debido a la presión de los altos mandos del tricolor estatal y del mismo gobernador, a quienes urge la recuperación de –al menos- la mitad de los municipios para estar en condiciones de competir con ventaja en 2016, a solo dos años de los comicios presidenciales.

El resultado de las elecciones de este 7 de julio reflejará hasta qué punto la maquinaria priista superó el escollo para tornarse en la aspiradora de votos que es, amén del control de los organismos electorales y otras instancias de poder; o si sucumbió a las grillas y la desorganización internas en medio de las prisas y la falta de liderazgo.

El hilo puede romperse, y el PRI de Veracruz quedarse a la deriva, salir debilitado en las elecciones y enfrentar las de los próximos 3 años bajo el fantasma de perder la gubernatura por primera vez, ante una ciudadanía ahora más activa, o, si no, más crítica (el efecto de las redes sociales).

Un ejemplo de esta nueva conciencia civil en el estado fue la participación de una gran parte de la sociedad veracruzana en las actividades realizadas por el movimiento YoSoy132 y otras agrupaciones sociales durante las elecciones de 2012.

Algunas marchas convocadas por la organización juvenil fueron multitudinarias en varias regiones del estado, especialmente en la capital de Xalapa, una de las ciudades de la República que reportó una amplia mayoría de votantes a favor de López Obrador en la contienda de ese año.